Desde que Jürgen Klopp llegó al Liverpool, el equipo ha experimentado un cambio rotundo. Bajo su tutela, los de Anfield se han transformado en un conjunto casi anárquico, revolucionado. Su estilo de juego se caracteriza por transiciones rápidas, finalizaciones letales y una presión alta constante.
Sin embargo, gran parte del éxito del Liverpool depende de un jugador clave: Philippe Coutinho. Un futbolista capaz de controlar el desorden, con magia y calidad suficiente para decidir los partidos por sí mismo. El brasileño ha progresado año tras año, dejando atrás su irregularidad para convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo, solo superado en su país por Neymar.
El ’10’ ha alcanzado tal madurez que ahora sabe manejar el ritmo de los partidos. Es un excelente lector de juego, adaptado al estilo de Klopp, pero con la capacidad de controlar el tempo del encuentro. Su exquisita técnica, aceleración, cambio de ritmo y visión de juego lo destacan. Además, en las últimas temporadas, se ha consolidado como un gran goleador, con un disparo potente y colocado desde larga distancia.
Partiendo desde el extremo izquierdo, la temporada 2016/17 fue su confirmación definitiva. Junto a Milner, un lateral menos profundo que Alberto Moreno, Coutinho disfrutó de total libertad en la zona de tres cuartos de campo, reduciendo el desgaste defensivo. Wijnaldum, reconvertido a carrilero, y Henderson, actuaron como escuderos del brasileño. Sin embargo, la llegada de Salah al equipo lo empujó a la zona de creación.
Coutinho pasará a jugar como interior izquierdo, mientras que Mané se trasladará al extremo del mismo costado. De esta forma, Klopp sumará aún más velocidad al ataque. Este cambio pondrá a prueba si el brasileño ha alcanzado una lectura de juego lo suficientemente madura como para interpretar los espacios de los extremos y aprovecharlos, también sin balón, ya que la mediapunta será suya.
Al no depender de la banda, Coutinho disfrutará de mayor libertad de movimiento. Tendrá más recorrido, podrá sorprender desde la segunda línea y jugar más cerca de Lallana, un pilar en el esquema de Klopp, a la sombra del brasileño. Menos desgaste para recibir el balón y más presencia en el juego interior. Así, en el centro del campo se agruparán Coutinho, Lallana y Firmino, dejando las bandas para Mané y el flamante fichaje Salah.
Este ajuste proporcionará mayor estabilidad al equipo, lo que permitirá a Klopp atacar tanto por dentro como por fuera. Dos variantes que aportarán dinamismo y flexibilidad en un mismo partido. Aunque ha sido criticado por la falta de un ‘Plan B’, la llegada de nuevos jugadores amplía la profundidad de plantilla y permite alternativas tácticas. El Liverpool podría pasar del 4-3-3 a un posible 4-2-3-1, con Coutinho libre en la mediapunta y dos mediocentros más defensivos cubriendo su espalda.
El regreso del ‘alma mater’ al centro del campo puede potenciar su rendimiento, ofreciéndole más contacto con el balón, mayores oportunidades para dirigir el curso del partido y la misma capacidad para ver puerta. El Liverpool mejora una plantilla que pareció demasiado corta la temporada pasada y que, ahora, contará con el plus de la Champions. El ascenso al éxito de los de Merseyside la próxima campaña dependerá, en gran medida, del pequeño mago brasileño.
🗓️ (22/07/2017)

Redacción Premier League
